📉 Trump, aranceles y la nueva guerra económica
Lo de Trump no es nuevo, pero ahora viene con esteroides. No es solo un berrinche de campaña: está ejecutando una ofensiva frontal, más agresiva y estructural que en su primer mandato. Chips, aviones, minerales estratégicos, inversiones, exportaciones… Todo está sobre la mesa.
Pero la jugada no es solo comercial, es política. Trump está buscando reordenar el orden mundial a la fuerza, con una visión claramente bipolar: nosotros o ellos.
¿Funciona? Depende. El costo para las empresas yankees es altísimo. Lo de Nvidia es un ejemplo brutal: perder un mercado que representa 20 mil millones de dólares en ventas no es una anécdota, es una trompada.
🧱 China no se queda de brazos cruzados
Lo más interesante, igual, es lo que no se ve a simple vista. Porque mientras Trump va con todo, China se está moviendo como un jugador de ajedrez, pieza por pieza:
- Diversifica socios comerciales: Europa, Asia, África. Incluso con India o Japón, con los que tiene relaciones históricamente tensas.
- Invierte a lo bestia en semiconductores: quieren dejar de depender de Occidente, aunque por ahora están lejos.
- Reduce su exposición al dólar: comercio en yuanes con Rusia, Arabia Saudita, Bolivia, Bangladesh, etc.
- Estimula el consumo interno: para no quedar tan expuestos al castigo externo.
Y algo más: en medio de una guerra comercial, China juega la carta de la diplomacia. Mientras EE. UU. se encierra, ellos abren puertas. Estratégicamente brillante.
⚖️ ¿Quién gana esta pulseada?
Si uno se guía por el corto plazo, parece que ambos se están haciendo daño. Pero lo de Trump es más caótico, improvisado, con una lógica electoralista. Lo de China es más frío, a largo plazo, y con una estructura estatal mucho más coherente en su accionar externo.
Ahora bien, el talón de Aquiles chino sigue siendo el mismo: su modelo ultraexportador, sobreapalancado y con bajo consumo interno. Si no logran cambiar esa matriz, cualquier guerra comercial los va a dejar rengos.
Por eso están desesperados por estimular el mercado interno, aunque eso implique reconfigurar todo su plan económico. Y eso, sabemos, no se hace de un día para el otro.
💥 ¿Y el resto del mundo?
Europa, América Latina, el sudeste asiático… todos están viendo este choque de titanes con un ojo en la pantalla y otro en su balanza comercial. Porque, cuando dos gigantes se pelean, el temblor llega a todos lados.
¿Quién gana? Nadie. ¿Quién pierde? Posiblemente, todos. Pero el que se prepare mejor para resistir los coletazos, puede salir fortalecido. Y hoy, aunque a algunos les duela, parece que China está jugando mejor el partido.
