Comprar Celulares en Argentina ya no es una locura

Celulares más baratos en Argentina: se terminó el tour de compras a Chile

Durante años, cruzar a Chile para comprar celulares fue casi una tradición argentina. Ahora, esa lógica puede empezar a cambiar. El gobierno de Javier Milei metió mano en una de las distorsiones más absurdas de nuestra economía: bajó drásticamente los impuestos a la importación de tecnología. Celulares, notebooks y televisores podrían costar hasta un 40% menos en pocos meses.

La medida no solo sacudió el mercado local: también encendió las alarmas en Chile, donde ya hablan de la pérdida de sus “mejores clientes”. Pero más allá del precio de un iPhone, esto abre un debate mayor: ¿estamos ante el fin de un modelo industrial subsidiado? ¿O simplemente ante una rebaja con marketing liberal?


La medida del Gobierno para bajar el precio de los celulares

Javier Milei decidió patear el tablero: bajar los impuestos a los celulares importados. El arancel del 16% baja al 8% esta semana, y llegará a 0% en enero de 2026. Además, el impuesto interno cae del 19% al 9,5%. Y en el caso de productos ensamblados en Tierra del Fuego, ese impuesto directamente desaparece.

El objetivo oficial es frenar la sangría de consumidores que cruzaban la cordillera y alinear los precios con los del resto de la región. En criollo: si los celulares son carísimos acá, la gente va a seguir comprando afuera. Algo tenía que cambiar.


Cómo impacta la baja de impuestos en los celulares en Argentina

Según estimaciones, los celulares podrían bajar entre un 30% y un 40%. Un Galaxy A35 5G, que hoy cuesta $740.000, podría llegar a los $443.000. Es una diferencia brutal, sobre todo para la clase media que hace malabares para cambiar el teléfono cada dos años.

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Ganadores:

  • Consumidores urbanos, con ingresos medianamente estables.
  • Importadores, marketplaces y retailers.
  • El Gobierno, que suma narrativa pro-mercado sin controles ni congelamientos.

Perdedores:

  • La industria de Tierra del Fuego.
  • Sindicatos industriales.
  • PYMES que no pueden competir sin protección.

Eso sí: sin crédito, con logística cara y un dólar inestable, la competitividad todavía es un punto en disputa.


Celulares en Argentina
fuente: https://www.instagram.com/argentinaendatos/

Cómo reaccionó Chile a la baja de precios

Los medios chilenos no tardaron en reaccionar: “Chile perdería a sus mejores clientes”, tituló Biobio. Y no exageran. Durante años, Santiago, Osorno y otras ciudades vivieron del turismo de compras argentino. Celulares, notebooks y electrónica en general eran el botín buscado.

Con la caída de precios en Argentina, ese boom puede desinflarse. Y eso afectará no solo al retail, sino a hoteles, gastronomía y transporte. Era un derrame real.


Milei, Tierra del Fuego y el modelo que tambalea

La medida es también una señal ideológica. Milei apunta directo al “curro” fueguino: un esquema que subsidió durante años el ensamblaje de celulares a precios imposibles. Se protegía empleo a costa del bolsillo de todo el país.

Esto no es solo una rebaja: es el principio del fin para ese modelo. Menos Estado, menos privilegios, más mercado. Pero atención: destruir es fácil. Lo difícil es construir una industria competitiva desde cero.


Celulares, consumo y futuro: ¿y ahora qué?

¿Alcanza con bajar impuestos? No. El dólar, la inflación y la demanda interna también juegan. Y si no se estabilizan, los celulares seguirán siendo inaccesibles para muchos.

Por ahora, lo concreto es esto: los celulares se van a abaratar. Chile pierde turistas compradores. Tierra del Fuego pierde protección. Y Argentina, por primera vez en mucho tiempo, parece querer competir en serio.

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¿Fue una buena medida? Sí. ¿Es suficiente? No. ¿Es arriesgada? También.

Bajar impuestos a la tecnología es, sin dudas, un alivio para millones. Pero no puede quedarse solo en eso. Argentina necesita producción, inversión y empleo. No alcanza con importar barato.

El problema de fondo sigue siendo el mismo: ¿qué país queremos? ¿Uno que solo consuma lo que fabrican otros? ¿O uno que compita en serio, sin vivir del proteccionismo ni del subsidio eterno?

Por ahora, Milei avanza con el bisturí. Lo aplauden los que pagan menos por su celular. Lo critican los que pierden su trabajo en Tierra del Fuego. La historia va a juzgar si fue cirugía reconstructiva o amputación sin anestesia.


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