Ciclo de crédito: la Fed corta, ¿alcanza?

Introducción: cuando el ciclo de crédito cambia, todo cambia

Cuando el ciclo de crédito gira, la economía no sólo desacelera: cambia de régimen. No hace falta ser economista para verlo en el día a día: límites de tarjeta recortados, más papeles para lo mismo, hipotecas que no cierran, empresas que postergan contrataciones. Ese “ruido” micro es un mensaje macro. En 2000 y 2008 pasó igual: primero se endurecen los estándares, después se enfría el gasto, más tarde el empleo. En 2025, las piezas empiezan a acomodarse de nuevo en esa dirección. La encuesta SLOOS de la Fed para julio (Q3) confirmó que los bancos volvieron a endurecer para tarjetas y mantuvieron condiciones restrictivas en varios frentes del consumo; además, reportaron demanda más débil para crédito al consumo y para hipotecas residenciales.

En paralelo, la deuda de los hogares de Estados Unidos marcó $18,39 billones en el 2T-2025, +$185.000 millones (+1%) vs. el trimestre previo: más deuda con peores condiciones es una mezcla peligrosa.

Y un dato que corta la respiración: la morosidad grave (90+ días) en préstamos estudiantiles trepó a 10,2% en el 2T-2025, tras volver al reporte crediticio luego de la forbearance pandémica. Es exactamente el tipo de señal que empuja a los bancos a apretar aún más el grifo.

Mientras tanto, en la superficie se ve lo contrario: la Fed abrió la puerta a recortes y, de hecho, recortó 25 bps el 17 de septiembre. Powell lo anticipó en Jackson Hole: “con la política en terreno restrictivo, el cambio en el balance de riesgos puede justificar ajustar la postura”. Pero si los bancos no prestan, la tasa de referencia pesa menos que la llave de la caja.

Esta es la paradoja 2025: titulares de alivio monetario vs. un ciclo de crédito que se endurece donde duele: tarjetas, hipotecas, financiamiento de empresas y capital de trabajo.


Contexto: cómo se mueven los ciclos y por qué mandan sobre la economía real

La historia reciente lo dejó clarísimo. Un paper de MIT Sloan midió con precisión el rol del crédito en la suba inmobiliaria de los 2000: 34% de la suba del precio de la vivienda (vs. alquileres) se explicó por relajación de estándares; y si se suma el efecto tasas + estándares, el impacto sube a 72%. Cuando el crédito empuja, los precios vuelan; cuando se corta, el mismo mecanismo multiplica la caída. MIT Sloan

No es historia vieja: es el manual para leer 2025. El ciclo de crédito opera como acelerador en la ida y freno de emergencia en la vuelta. Y hoy hay señales de vuelta.


Señal 1: endurecimiento del crédito al consumo (tarjetas) y demanda más débil

El SLOOS de julio (publicado el 4 de agosto) reportó estándares más estrictos para tarjetas; demanda más floja en crédito al consumo; y condiciones aún restrictivas para hipotecas tradicionales (con algo más de demanda en HELOCs). Es decir, menos “plástico” fácil y hogares más cautos. Eso pega rápido en consumo discrecional.

A la vez, el costo del financiamiento con tarjeta es prohibitivo: la tasa media de planes de tarjeta (todas las cuentas) fue 21,16% en mayo (serie TERMCBCCALLNS). Es un piso que desincentiva financiar consumo, aunque la línea esté “aprobada”.

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Traducción al día a día: si la tele, la notebook o los gastos del mes se venían “pateando” a la tarjeta, con esta tasa y con más fricción en el otorgamiento, el hogar típico recorta. Lo que uno deja de gastar es ingreso que otro deja de percibir. Primer engranaje que frena.


Señal 2: ciclo de crédito y deuda de hogares: presión en ascenso

La última foto de la New York Fed (2T-2025): deuda total de hogares en $18,39 billones, +$185.000 millones en el trimestre. Dentro de esa foto, los préstamos estudiantiles escalan en morosidad (10,2% 90+ días), porque la normalización post-pandemia volvió a encender los “semáforos rojos” en los reportes. Es una señal de riesgo que tiende a endurecer aún más el crédito nuevo.

Efecto dominó: más deuda + peores condiciones = más probabilidad de atraso; más atraso = bancos más cautos; bancos más cautos = menos crédito; menos crédito = menos gasto. El círculo se auto-refuerza.


Señal 3: hipotecas caras (aunque bajando) y vivienda sin impulso

La tasa hipotecaria a 30 años (Freddie Mac PMMS) bajó a la zona de 6,5% a inicios de septiembre, con 15 años alrededor de 5,6%. Es un alivio respecto a los picos, pero sigue siendo caro para muchas familias, especialmente si los bancos sostienen criterios de originación exigentes.

De hecho, las solicitudes repuntaron con la baja de tasas (MBA reportó el mayor salto en refinanciaciones en años), pero eso no altera un punto clave: si el ciclo de crédito está restrictivo, la tasa sola no compra casas.


Señal 4: empleo que pierde pulso — otra víctima del ciclo de crédito

Julio trajo 7,2 millones de vacantes (JOLTS), con 5,3 millones de contrataciones: un mercado que se enfría, más prudente, sin euforia de toma de personal. Agosto sumó una tasa de desempleo del 4,3%, con estancamiento del payroll desde abril. La desaceleración del crédito, con rezago, pega en el empleo.


Señal 5: inflación bajo control relativo… pero con costos aún altos

La inflación “core” (CPI sin alimentos ni energía) quedó en 3,1% interanual en julio y se mantuvo en 3,1% en agosto, con el headline en 2,9%. Son números que le dan a la Fed margen para recortes, pero no borran la realidad del crédito caro y el endurecimiento del crédito en la base.


Puente histórico: la lección del boom/bust inmobiliario de los 2000

Un trabajo de Greenwald & Guren no deja dudas: gran parte del boom inmobiliario se explica por el crédito aflojado; y el bust, por el grifo que se cerró. La métrica del price-to-rent lo muestra: cuando el crédito manda, la vivienda se separa de los fundamentals; cuando se corta, el ajuste es violento. 34% por estándares; 72% al sumar tasas + estándares. Ese es el “motor y freno” del ciclo de crédito.

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2025–2026: dos guiones posibles del ciclo de crédito

Escenario A – Predomina el endurecimiento: SLOOS con criterios más duros para consumo; hogares con tarjetas al límite; morosidad estudiantil que repunta. El consumo se modera, la inversión se enfría, el desempleo sube unos peldaños. Las bajas de la Fed alivian los bordes, pero la llave la tienen los bancos.

Escenario B – Predomina la baja de tasas: la Fed ya recortó 25 bps y podría repetir. Las hipotecas ceden y el costo financiero baja algo. Si los bancos acompañan con estándares menos restrictivos, la economía gana aire. Si no, la recuperación será tibia.

Mi lectura (Argentina mode on): hoy los datos inclinan la balanza al A. No es 2008, los colchones de capital son más grandes y la regulación mejor, pero el mecanismo es el mismo. El ciclo de crédito manda sobre la macro real.


¿Qué hacemos nosotros? Estrategia anticiclos para argentinos con un pie en Wall Street y otro en la vereda

  1. Educar la mirada: seguir SLOOS, HHDC de la NY Fed, JOLTS y PMMS. Son cuatro diales que te dicen hacia dónde va el ciclo de crédito y si el consumo/empleo aguantan.
  2. Liquidez y orden: menos apalancamiento tonto. Con tarjetas al 21% y spreads amplios, el costo de equivocarte es más alto. Reservá caja para volatilidad.
  3. Horizonte y disciplina: si tu tesis es 2-3 años, evitá decisiones por ruido de un mes. Si es trading táctico, reducí tamaños y exigí setups más limpios.
  4. Acciones de “alta beta al crédito”: consumo discrecional, small caps y housing son las primeras víctimas cuando el crédito afloja… y las primeras en rebotar si el grifo abre. Rotar a calidad en fase contractiva; re-riskear cuando los estándares aflojen.
  5. Bonos y cash remunerado: en la contracción del ciclo de crédito, los carry sensatos ganan atractivo. Pero cuidado con duration si la inflación no cede.
  6. Cripto y tech growth: correlacionan con liquidez global. Si la Fed recorta y el crédito logra fluir, el beta vuelve. Si la banca no acompaña, los rallies se agotan rápido.

Zoom técnico: por qué la tasa de la Fed no alcanza (si el banco te dice “no”)

Powell ya encendió la señal de “risk management” y la Fed bajó 25 bps; el mercado hipotecario lo sintió (6,5% a 30 años, 5,6% a 15). Pero SLOOS y HHDC muestran que el canal bancario sigue prudente. Entre el discurso y la línea aprobada hay un trecho. El ciclo de crédito real se decide en el escritorio del oficial de préstamos, no en el podio de Jackson Hole.


Lectura de riesgo: dónde puede romperse la cadena

  • Hogares frágiles: morosidad de estudiantiles al 10,2% y APRs de tarjeta >21%. Un shock de empleo podría disparar atrasos en cascada.
  • Empresas chicas: con consumo enfriando y crédito más caro/escaso, la inversión se pospone. Se ve en JOLTS: 7,2M de vacantes y 5,3M de hires.
  • Vivienda: tasas algo más bajas, sí; standards exigentes, también. Si el alivio de tasa no se traduce en originaciones, la actividad de construcción y rubros colaterales siguen planchados
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Contraargumentos y cómo los leo

  • “La Fed corta y listo.” No si el canal bancario no acompaña; 2019 es una referencia: recortes con transmisión parcial. Hoy, además, hay ruido de tarifas y costos que sostienen la core en 3,1%.
  • “El empleo está fuerte.” El headline de desempleo (4,3%) no asusta, pero el momentum se enfrió: payroll lateral, vacantes a 7,2M, largas búsquedas en alza. Es un mercado más frío.
  • “Las tasas hipotecarias ya bajaron.” Bajaron; siguen altas históricamente y con underwriting duro. La transmisión es lenta.

Opinión: leer entre líneas (y no marearse con el titular)

Con el ciclo de crédito en modo contractivo, mi sesgo táctico es defensivo-selectivo: caja, calidad, menos beta, más paciencia. No confundir recorte de la Fed con “vía libre”. La historia (y el paper de MIT) dicen que el crédito multiplicó los booms y los busts. Si el canal bancario no gira, los rallies sin base se agotan.

Para los que miran 10-15 años (hola, Bitcoiners y tech-believers): la tesis de largo no se define por un trimestre malo. Pero el timing sí. En fases de restricción crediticia, el costo de perseguir velas verdes sube. Mejor dejar que el ciclo de crédito te regale el precio.


Checklist práctico para las próximas 8 semanas

  • SLOOS (noviembre): buscar señales de aflojamiento en tarjetas y C&I. Si no aparece, seguir defensivos.
  • HHDC Q3 (NY Fed): foco en morosidad general y student loans. Si la 90+ días acelera, los estándares no van a ceder.
  • JOLTS/Jobs: vacantes <7,0M sería señal de enfriamiento adicional; hires estancado reafirma prudencia corporate.
  • PMMS (Freddie Mac): si 30-year cae por debajo de 6,25% y suben originaciones, ahí sí la transmisión mejora.
  • CPI core: si baja de 3% sostenido, la Fed acelera el easing; si se queda en 3,1%, el recorte será más gradual.

Cierre: el ciclo de crédito manda — y 2025 nos lo recuerda

No es pesimismo; es realismo. El ciclo de crédito está en fase de restricción suave-moderada. La Fed ya movió la perilla de tasas, pero la señal de giro final la darán los bancos. Hasta entonces, menos épica y más método: liquidez, calidad, paciencia. Cuando el crédito se abre, todo sube más rápido; cuando se corta, todo cae más fuerte. Ese es el patrón. La diferencia entre surfearlo o comérselo está en leer los diales correctos y moverse con cabeza.


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