Introducción: el miedo vende, el precio de Bitcoin sufre
El precio de Bitcoin volvió a ser protagonista de portadas incendiarias. “Las ballenas huyen desesperadas”, “colapso cripto” y hasta comparaciones con el crack del 29 aparecieron en los medios en cuestión de horas. La narrativa es conocida: desplome, pánico, fin del bullrun. Y claro, el inversor minorista, sin tiempo para filtrar datos, recibe la señal más primitiva: “escápese quien pueda”.
Pero detrás del ruido, los números cuentan otra historia. Sí, hay caída en balances on-chain de ballenas. Sí, Ethereum y Solana acompañaron el retroceso. Pero al mismo tiempo, los ETFs y ETPs muestran entradas millonarias de capital institucional. Mientras las wallets de grandes tenedores se vacían, los vehículos regulados de Wall Street se llenan. Entonces, ¿estamos frente a una debacle real o ante una simple migración de capital hacia lo regulado? Esa es la tensión que atraviesa al mercado y que hoy vamos a desmenuzar.
Contexto macro y mediático: el cóctel Molotov del miedo
Los titulares de la prensa global siguen el mismo manual de siempre: cuando el precio de Bitcoin cae fuerte, el paralelismo inmediato es con crisis históricas. Se desempolva el crack del 29, se agita el fantasma del colapso financiero y se activa la maquinaria del miedo. El timing no es casual: al mismo tiempo que las criptomonedas corrigieron, la renta variable global también sufrió. Tasas de interés altas en EE.UU., dólar fortalecido y cierta fatiga en los índices bursátiles generaron un entorno hostil.
En este escenario, los medios encuentran la excusa perfecta para amplificar el pesimismo. Pero lo curioso es que las métricas duras muestran un cuadro más complejo. Por un lado, el miedo minorista se justifica: ver a Bitcoin perder soportes relevantes impacta en la psicología colectiva. Por otro, los institucionales parecen leer otra película: lejos de huir, canalizan flujos positivos en ETFs y ETPs de cripto. El contraste es brutal: titulares apocalípticos vs. billeteras institucionales comprando en regulado.
Precio de Bitcoin y ballenas: ¿venta o rotación?
El análisis on-chain es contundente: las ballenas redujeron agresivamente sus balances de Bitcoin en la última semana. Gráficos que muestran retiros acelerados de grandes tenedores encendieron todas las alarmas. Para el minorista, la conclusión es lineal: si las ballenas venden, yo tengo que salir corriendo. Pero la realidad es menos obvia.
La clave está en entender dónde se está yendo ese capital. No se trata de ballenas liquidando posiciones para irse a cash; se trata de una rotación hacia vehículos regulados. El inversor corporativo prefiere hoy estar en ETFs, donde el compliance, la liquidez y la custodia institucional reducen riesgos operativos. Desde esa óptica, la supuesta “distribución bajista” en realidad puede leerse como una migración de canal: de blockchain pura a mercado regulado. Para el minorista, el mensaje no es “las ballenas abandonan Bitcoin”, sino “cambian el lugar donde lo custodian”.

Flujos institucionales y ETFs: el dato incómodo para el relato bajista
La semana pasada los ETPs cripto recibieron entradas por casi 1.900 millones de dólares. Y no fue solo Bitcoin: Ethereum, Solana, XRP, Sui, Litecoin, Cardano y Chainlink también recibieron flujos positivos. El mercado regulado mostró apetito institucional mientras la narrativa mediática hablaba de catástrofe. Esa divergencia no puede pasarnos desapercibida.
Más aún: los ETFs al contado de Bitcoin y Ethereum registraron compras netas consistentes. Es decir, los mismos actores que en on-chain parecen estar reduciendo tenencias, en realidad están incrementando su exposición vía ETFs. Si uno se queda con la mitad de la foto (la caída en balances on-chain), se compra la narrativa del miedo. Si se mira la otra mitad (los flujos en regulado), se entiende que hay acumulación bajo otro formato. Y en esa diferencia está la oportunidad: no es el fin del bullrun, es un cambio de estadio en cómo participa el institucional.
Ethereum: acumulación silenciosa
Mientras el precio de Bitcoin corregía, Ethereum dio señales que merecen atención. Los saldos de ETH en exchanges tocaron mínimos de nueve años. En el último mes hubo retiros masivos de Ethereum de plataformas centralizadas, presumiblemente hacia cold wallets o staking. Esto no es una señal de venta, sino lo contrario: se retira liquidez del mercado disponible para liquidar. Cada ETH que se bloquea en staking o se guarda offline es oferta que desaparece de la mesa. A mediano plazo, eso alimenta la presión alcista.
Además, tesorerías corporativas vienen incrementando su exposición en Ethereum desde julio. No son inversores de corto plazo: son compañías que definen estrategias de reserva. Esa acumulación estructural aporta estabilidad, incluso en contextos de corrección. Por eso, aunque hoy la narrativa sea bajista, el fundamento de Ethereum sigue mostrando fortaleza. Si hay un termómetro para medir confianza institucional, ETH lo está marcando.

Solana, XRP y altcoins: sacudón táctico
No todo es acumulación ni todos los activos resisten igual. Solana sufrió caídas más agresivas tras perder zonas de defensa clave. La estructura era un libro abierto: tras un rally desmedido, la corrección era cuestión de tiempo. Algo similar ocurre con XRP y XLM: vender en mínimos no tiene sentido, pero tampoco se puede negar que el corto plazo sigue pesado. El error sería extrapolar la debilidad de estas altcoins al conjunto del ecosistema.
La lectura correcta es otra: cada activo tiene su dinámica, pero todos se ven arrastrados por el shock de Bitcoin. Cuando el precio de Bitcoin corrige con fuerza, las altcoins amplifican el movimiento. Lo clave es separar lo táctico de lo estructural. Tácticamente, buscar cortos en SOL en rupturas de estructura tenía lógica. Estructuralmente, el flujo institucional hacia ETPs de Solana muestra que el interés de largo plazo sigue ahí. El trader opera la caída, el inversor acumula con paciencia.
Estrategia de trading e inversión: riesgo controlado
La pregunta central es si este es el fin del bullrun. La respuesta: no hay evidencia de eso todavía. Lo que sí hay es una corrección sana en medio de un ciclo alcista mayor. El desafío es diferenciar entre ruido de corto plazo y tendencia estructural. Para eso, hay que mirar confirmaciones claras:
- Confirmaciones bajistas:
- Rechazos repetidos en VWAP semanal / MA20D.
- Flujos ETF que pasan de positivos a neutros o negativos varios días.
- Caídas acompañadas por volumen creciente y rebotes débiles.
- Confirmaciones alcistas:
- ETF flows positivos 2–3 días seguidos con precios dejando de hacer mínimos decrecientes.
- Funding neutral/negativo en derivados y open interest purgado.
- Recuperación de VAH/HVN con absorción y delta positivo.
En este marco, la gestión del riesgo es vital. Stops técnicos, no emocionales. Toma de ganancias parciales en 1,5–2R. Nada de promediar perdedoras. Y sobre todo, disciplina: entender que el mercado puede seguir cayendo en el corto plazo sin invalidar el bullrun de largo. Esa es la esencia de operar con Riesgo Controlado.
Reflexión final: precio de Bitcoin entre el miedo y la migración
El precio de Bitcoin está en el centro de un relato doble. Por un lado, la narrativa del miedo: ballenas huyendo, catástrofe inminente, titulares de crack del 29. Por el otro, la evidencia dura: flujos institucionales positivos en ETFs, acumulación de Ethereum, retiros masivos de exchanges. El mercado, como siempre, se mueve en capas: la superficie es miedo, el fondo es acumulación.
Para el minorista, el desafío es no dejarse arrastrar por la psicología colectiva. El bullrun no se terminó porque caímos unas velas; tampoco está garantizado que mañana volvamos a máximos. Lo que sí está claro es que el capital institucional no se fue: simplemente cambió de estadio. Y eso, en última instancia, es una señal de maduración del mercado cripto. La clave es leer entre líneas, operar con contexto y, sobre todo, con Riesgo Controlado.
ACTUALIZACIÓN: volatilidad, liquidez y soportes (ETH/BTC)
Ayer a la noche mande la estrategia de intradia que tenemos que analizar para el desarrollo del mercado en los próximos días, ahora también te traigo un gráfico que vale oro. De esos que explican mucho mejor lo que pasa detrás del ruido. Porque sí, el mercado se mueve, pero lo que nunca cambia es la receta de las manos fuertes: usar la volatilidad para barrer al minorista y quedarse con el papel cuando la tendencia es alcista.(si no lo viste anda, hace click aca ya para saber de lo que te hablo
El detalle
Ejemplo claro: abril de 2025. Nos metieron miedo con recesión en EE.UU., inflación y estancamiento. ¿Qué pasó en realidad? La economía crecía al 3,8% y la inflación rondaba el 2%. Es decir, el cuento del apocalipsis no era más que humo amplificado por los medios. ¿Resultado? El SP500 hizo suelo el 7 de abril y desde ahí subió más de 40%. Exactamente lo mismo que hoy quieren repetir: titulares de miedo, mientras la liquidez global sigue fluyendo.

Todo se trata de liquidez
Y hablemos de liquidez: la M2 en EE.UU. crece al 4,8% y el suministro global de dinero ya ronda los 140 billones de dólares. Con una velocidad de circulación baja, gran parte termina en el sistema financiero: acciones, oro, Bitcoin y Ethereum. Además, China mete presión extra: su liquidez en circulación ya duplica a la de EE.UU. y supera a la suma de EE.UU. y Europa. Un tercio de la liquidez global nace ahí. Pero claro, de eso no se habla, porque no mete miedo.

Entonces, vamos a lo que importa:
- Ethereum: soporte en la zona 4.100–3.900 dólares. Lo que antes fue resistencia, ahora busca validarse como soporte. Desde los mínimos de abril en 1.450 hasta los 5.000 hubo un rally enorme. La corrección actual ronda el 20%, ni siquiera llegó al 38,2% de retroceso. Todo indica una fase correctiva, no un impulso bajista. Si defiende el soporte, la tendencia alcista sigue intacta.
- Bitcoin: zona clave en 108.000–107.000 dólares. También es una corrección canalizada, no un desplome estructural. La mayoría abrió largos en futuros tras superar resistencias, y ahora toca barrerlos. Con el vencimiento de opciones del 30 de septiembre (más de 1.000 millones en juego), es lógico ver estas sacudidas. Pero si el soporte aguanta y hay rebote, la tendencia mayor sigue siendo alcista.
- Contexto: desde el 7 de abril, Bitcoin pasó de 80.000 a 124.000 en agosto. Ahora corrige un 44%, incluso podría llegar al 50% y seguir siendo un retroceso normal. Nada que cambie la foto de fondo.
En síntesis: el mercado está corrigiendo, sí. Los medios venden miedo, como siempre. Pero la liquidez global crece, los soportes siguen vigentes y la estructura de largo plazo no está rota. Nuestra lectura: es momento de observar niveles, no de comprar titulares.
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