precio de Bitcoin y Merval : rally o trampa final

El precio de bitcoin y el Merval son noticia, a nivel global, en este informe vamos a desmenuzar todos los factores que pueden potenciar la subida o terminar hundiendo estos activos, tenemos ante nosotros una gran oportunidad, veamos que es lo que podemos inferir de todo esto.

La calma previa a la tormenta (o al rally)

Noviembre se presenta con una sensación rara.
No es ni euforia ni miedo. Es ese punto intermedio donde el mercado parece respirar hondo antes de pegar el salto.
La Reserva Federal bajó las tasas un cuarto de punto, Powell habló más como equilibrista que como halcón, y el mercado global —como si esperara permiso— empezó a levantar la cabeza.

Al norte, los futuros del S&P 500 tantean máximos históricos y las tecnológicas siguen sosteniendo el relato del “soft landing”.
Al sur, el Merval hizo historia: una vela semanal del +52% en dólares CCL que borró en tres días todo lo que había perdido en el año.
Y en medio de esos dos mundos, el precio de Bitcoin se mueve con el ritmo cansino de un animal que acumula fuerza: atrapado entre $104.000 y $111.000, mientras todos miran el reloj esperando el breakout.

El mes arranca con un aire de rally navideño, pero también con un olor a trampa final.
Los mismos datos pueden justificar un rebote o una caída, según quién los lea.
Por eso, más que adivinar, toca leer la estructura, la lógica de los flujos y el pulso político que condiciona cada gráfico.


La estacionalidad juega, pero no sola

Desde hace casi un siglo, noviembre marca el comienzo de la etapa más alcista del año.
Es el famoso “Sell in May and go away”, pero en reversa: volver al mercado en noviembre.
La estadística es contundente: entre noviembre y abril, el S&P 500 sube, en promedio, más del doble que en el resto del año.

La diferencia, esta vez, es que llegamos a este punto después de seis meses consecutivos de subas y con una amplitud de mercado débil.
Los indicadores de “breadth” (amplitud) —la cantidad de acciones que acompañan el rally— muestran que el mercado se sostiene con pocas locomotoras.
Y cuando eso pasa, la estructura se vuelve frágil.
Ahí entra en juego una vieja advertencia técnica: el Hindenburg Omen, esa señal que suena cuando demasiadas acciones marcan nuevos mínimos mientras el índice sigue haciendo máximos.
Ya apareció dos veces en octubre. Falta una tercera para confirmar el patrón.

Por ahora, no hay pánico, pero el aviso está.
El rally necesita amplitud, y esa amplitud hoy depende de una sola empresa: Nvidia.
Si el gigante de los chips confirma resultados y guía sólida, el mercado tendrá combustible.
Si decepciona, la rotación hacia activos más defensivos será inmediata.
Y en ese reacomodo, el precio de Bitcoin puede ser el termómetro perfecto: la primera señal de si el dinero sigue buscando riesgo o se refugia. Pero para eso tenemos que esperar a mediados de noviembre donde se espera que Nvidia presente sus balances.

A mi parecer va a ser una gran oportunidad de compra, no se si van a dar los resultados que esperamos, pero de tener una correcion seria un buen momento para comprar, como lo fue meta hace unos dias que cayo un 12% porque anunciaron que iban a invertir muchisimo dinero, hasta fin de año va n a inverir 76.000 Millones de Dolares frente a los 66.000 presupuestados y estiman que el año que viene van a pasar los 100.000 millones de dolares. Teniendo en cuenta el gigante que es meta, si vamos a largo, es una muy linda opcion para una jubilacion.

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El precio de Bitcoin: atrapado, paciente, peligroso

Hay momentos en que el mercado de Bitcoin parece aburrido.
Y suele ser justo antes de un movimiento grande.
Hoy estamos ahí: entre $104.000 y $111.000, una caja de presión que puede romper para cualquier lado.

Los niveles técnicos están claros:

  • $111.000 es la llave.
    Si el precio la rompe con fuerza y sostiene cierre diario, el mercado puede correr hasta $119.000, donde se acumula un bloque de liquidez bajista importante.
  • $106.000–$104.000 es la trampa.
    Si la pierde, podría haber un flush rápido a $98.000, última línea de defensa antes de una corrección más profunda.

En el medio, los datos de sentimiento gritan pesimismo extremo.
Los ETF spot registran salidas semanales superiores a los $500 millones (supuesto), y los indicadores on-chain muestran una de las fases de capitulación minorista más marcadas desde 2022.
Mientras tanto, las ballenas —esas que nunca aparecen en los titulares— compran.

En otras palabras: el mercado minorista vende cansado, el institucional acumula silencioso.
Y así como pasó en 2020, esa divergencia suele anticipar el movimiento que redefine la tendencia.

Si el precio de Bitcoin rompe los $111.000, la estructura completa cambia de fase: dejaría el rango correctivo y entraría en modo expansión.
Pero si antes decide barrer los $104.000, no sería un error: sería una limpieza técnica.
Los traders que sobreviven no son los que adivinan, sino los que dejan al precio equivocarse sin llevarse su capital puesto.


Ethereum: el espejo tranquilo del caos

Mientras Bitcoin define su dirección, Ethereum intenta recuperar protagonismo.
El soporte entre $3.600 y $3.500 funcionó por cuarta vez consecutiva, pero cada toque lo debilita.
Un cierre diario por debajo de $3.400 reabriría el escenario correctivo, mientras que una ruptura limpia de $4.100 abriría paso a $4.400–$4.500.

Los ETF de Ethereum también muestran salidas, pero con un matiz importante: la demanda spot en exchanges asiáticos viene creciendo.
En otras palabras, Occidente vende, Oriente compra.
Una dinámica similar a la de 2019 antes del rally.
Si Bitcoin logra sostener los $111K, Ethereum podría reaccionar con más violencia, como suele hacerlo cuando los flujos regresan.


Liquidez, QT y el costo del dinero

El anuncio de Powell fue técnico pero crucial:
la Fed cortará el QT el 1 de diciembre.
Se apaga la aspiradora que retiraba liquidez del sistema.
No es QE todavía, pero es un cambio de régimen.

La tasa de referencia quedó en 3,75–4%, con proyección de recorte para el primer trimestre de 2026.
Eso da aire, especialmente a los activos más sensibles al crédito: tecnológicas, emergentes y cripto.
Pero también abre una nueva duda:
si el crecimiento se frena y la inflación no cede, el escenario se llama estanflación.
Y ese es el peor de todos los mundos.

La estacionalidad favorece, sí.
Pero la Fed ya avisó: no habrá salvataje fácil.
El rally de fin de año no será por exceso de dinero, sino por expectativa de recorte.
Y eso, como todo en este mercado, tiene fecha de vencimiento.

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El Merval: de piso de hormigón a euforia de Halloween

Argentina vive otra película.
Mientras el mundo se pregunta si el ciclo alcista puede durar, la Bolsa local rompió todos los récords.
En tres días, el Merval revirtió todo lo perdido en el año y marcó una vela semanal del +52,6% en dólares CCL.
Una de las más grandes de su historia.

El movimiento no fue magia. Fue técnica, política y timing.

La anatomía de la reversión

“El Merval estaba parado sobre un triple soporte tipo hormigón”.

  1. Soporte correctivo base: fin natural de la toma de ganancias.
  2. Soporte histórico de más de un año y medio, que fue techo y ahora piso.
  3. Soporte dinámico nacido tras el ballotage donde Milei despegó.

Desde ahí, el mercado construyó un piso redondeado, lo que se puede tomar como un repechaje de un mercado que estaba esperando noticias buenas.
La reversión fue tan limpia que en tres ruedas borró 10 meses de corrección.

precio de bitcoin y merval

El contexto político

La sorpresa electoral le dio al Gobierno un aire nuevo:

  • En Diputados, el bloque oficialista más el PRO pasará de 31% a 43%.
  • En Senadores, de 18% a 33%.
    No alcanza para quórum, pero sí para negociar con gobernadores afines y sostener vetos.

Y la foto con 20 gobernadores en Casa Rosada fue el mensaje que el mercado necesitaba:
hay gobernabilidad.
A eso se sumó un cambio simbólico: Pablo Quirno reemplazó a Werthein en Cancillería, reforzando el frente económico.

Por primera vez en mucho tiempo, el mercado argentino dejó de negociar con miedo.
El riesgo político se redujo, y la lectura se desplazó de la supervivencia a la oportunidad.

El nuevo horizonte

En dólares, el Merval corrigió exactamente hasta el 61,8% de Fibonacci
Desde ese punto, rebotó con fuerza y rompió el canal bajista.
Si repite la simetría del ciclo anterior, el objetivo técnico ronda los 3.300 puntos dólares, lo que en pesos —con dólar financiero actual— equivale a más de 4 millones.

Estamos esperando “la onda de la gloria”:
una fase acelerada, vertical, que podría durar dos o tres años si la economía acompaña.
Y ahora, con la posibilidad de BCRA recomprando dólares en 2026 (según lineamientos filtrados), esa narrativa gana sustancia.


Lo global se alinea con lo local

Lo que ocurre en Argentina no es una anomalía aislada.
El rally del Merval coincide con un rebote global de los activos de riesgo, una Fed menos agresiva y una China que empieza a normalizar su relación comercial con Estados Unidos.
La reunión entre Trump y Xi —más allá de la retórica— marca un cambio de tono: menos aranceles, más pragmatismo.

Si a eso se suma un contexto de commodities firmes, soja al alza y petróleo estable, el viento de cola regional sopla fuerte.
Para un país hiperdependiente de dólares comerciales, eso es combustible puro.


Merval y precio de Bitcoin: dos caras del mismo riesgo

A primera vista, nada parece unir al Merval con el precio de Bitcoin.
Uno depende del humor político argentino, el otro del apetito global por riesgo digital.
Pero debajo de la superficie hay un hilo común: la liquidez global y la confianza en el cambio de ciclo.

Cuando la Fed detiene el QT, el dinero deja de huir.
Y cuando el dinero deja de huir, busca rendimiento.
Eso empuja al S&P 500, a los bonos high yield, al oro, al precio de Bitcoin, y —sí— también al Merval.

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Por eso, aunque los activos se muevan en mundos distintos, comparten timing:

  • Si el precio de Bitcoin rompe $111K, los flujos “risk-on” confirman su regreso.
  • Si el Merval sostiene los 3.000 CCL sin corrección fuerte, el mercado local ratifica que el dinero volvió a creer.

Uno valida al otro.
Y los dos, juntos, marcan el pulso del apetito global.


Los peligros que siguen ahí

El mayor riesgo ahora no es técnico, es psicológico.
Después de una vela semanal del +50%, el FOMO vuelve a escena.
La tentación de “entrar tarde” es tan peligrosa como vender en pánico.
El mercado argentino no va a subir en línea recta, y los retrocesos del 10–15% son parte de un rally sano.

Lo mismo aplica a Bitcoin: si barre $104K, no es señal de fin del ciclo, sino parte del proceso.
El que opera con mentalidad de corto se quema; el que entiende los tiempos, capitaliza.


Estrategia por perfil

PerfilBitcoinMervalGestión
ConservadorEsperar cierre >$111K o flush confirmado $104K.Esperar pullback a 2,8–2,9M y entrada parcial.Tamaños pequeños, SL técnico.
ModeradoMitad en confirmación, mitad en soporte.Escalonar compras en corrección.TP parciales, SL a BE.
AgresivoEntrar por absorción o breakout.Seguir tendencia con trailing stops.Rotar a CEDEARs/cripto según liquidez.

El sentido común que no se enseña en los gráficos

Hay algo que se aprende después de muchos años viendo velas:
las tendencias no se anuncian, se reconocen.
Ni el precio de Bitcoin ni el Merval te van a avisar cuándo empieza “la onda de la gloria”.
El mercado sube cuando la mayoría sigue discutiendo si es real.
Y baja cuando todos creen que es eterno.

Por eso, más allá de los targets y los Fibonacci, lo importante es entender el contexto.
Hoy, ese contexto dice tres cosas:

  1. La liquidez global dejó de contraerse.
  2. La gobernabilidad argentina mejoró.
  3. El precio de Bitcoin está a un paso de confirmar su próximo ciclo.

La alineación es rara y poderosa.
Si el mercado no la aprovecha, no será por falta de técnica, sino por exceso de miedo.


Cierre: dos mercados, un mismo mensaje

Mientras el Merval se viste de récord y el precio de Bitcoin mide su fuerza, los inversores argentinos enfrentan el dilema de siempre:
¿seguir al mundo o apostar al rebote local?

La respuesta, esta vez, puede ser ambas.
Porque por primera vez en mucho tiempo, el riesgo argentino y el riesgo global no se repelen, se sincronizan.
Y si algo enseña la historia, es que cuando los astros del riesgo se alinean, la oportunidad dura poco.

El desafío no es adivinar el punto exacto, sino saber esperarlo con el capital vivo.
Los pisos de hormigón existen, pero sólo los ve el que se anima a mirar mientras todos se esconden. Y si queres saber donde ver que los datos para no esconderte anda a Riesgo Controlado


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